En el mes de la mujer seguimos hablando de la salud de ellas, dando información general y recomendaciones para su cuidado.
Esta entrega va dirigida a las protagonistas de este mes, a ti. Cuando se trata de la salud femenina, y de la prevención del cáncer en la mujer, es conveniente repasar las cuatro rutinas médicas que toda mujer debe vigilar con empeño año tras año, a saber: la densitometría ósea, una revisión ginecológica general, una mamografía y la prueba del Papanicolau.
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Una buena revisión ginecológica general puede ser el punto de partida de la evaluación médica de toda mujer. En ella tu médico podrá detectar quistes, fibromas y enfermedades de transmisión sexual, entre otras patologías, luego de realizarte algunas pruebas. De acuerdo con los resultados de esa evaluación primaria puede recomendarte otros exámenes.
Tal es el caso de la mamografía, si ha detectado o sospecha de la presencia de patologías o malformaciones mamarias como quistes, fibroadenomas, microcalcificaciones mamarias o mastitis muy probablemente te recomiende hacerte una. Pero según tu edad y herencia también puede recomendarte una densitometría ósea para detectar algún tipo de descalcificación y así prevenir fracturas.
Independientemente de los exámenes que puedan solicitarte es muy probable te pidan hacerte la prueba del Papanicolau o Pap. Por esta razón en este artículo te daremos detalles de qué es esta prueba y por qué es tan importante realizártela, también te diremos en qué consiste, cómo se hace, algunas recomendaciones que debes considerar antes de hacerla, además de otros detalles.
¿Qué es el Pap? Y ¿Por qué es tan importante que te lo realices?
El Pap es uno de los chequeos médicos que toda mujer debe realizarse, especialmente si tienes una vida sexualmente activa. Si no te es familiar el término es probable que tu curiosidad esté al máximo, la prueba del Papanicolau es conocida comúnmente como “Citología”. El objetivo de esta prueba es buscar alteraciones que pudieran derivar en patologías como el cáncer cervicouterino o aquellas causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Este examen es de especial importancia entre otras cosas porque permite detectar el cáncer de útero que no suele presentar síntomas en sus estadios iniciales. Este tipo de cáncer es altamente prevenible y con una alta tasa de supervivencia si se detecta a tiempo.
Algunos especialistas solicitan esta prueba una vez al año mientras que otros optan por solicitarla con menor regularidad (cada 3 o 5 años) según la edad y resultados previos. Un registro detallado de los resultados de la prueba pueden ayudar a detectar con mayor facilidad los cambios celulares en el cuello uterino provocados por el virus del papiloma humano (VPH). Principal causa del cáncer de cuello uterino. Aunque desde 2007 existe una vacuna que se recomienda administrar a las niñas de entre 11 y 14 años, el VPH sigue siendo la infección de transmisión sexual más común que existe.
Por tal razón, la mayoría de las mujeres de 21 a 65 años de edad se deben hacer la prueba del Papanicolau con regularidad. El régimen de realización recomendado en condiciones normales es el siguiente:
Entre las edades de 21 y 29, la prueba se debe hacer cada año.
Entre las edades de 30 y 65, la prueba se puede hacer cada cinco años, si se combina con la prueba del VPH. Si no se hace la prueba del VPH, la prueba del Papanicolau se debe hacer cada año.
Generalmente no te recomendaran un Pap si eres menor de 21. Debido a que el riesgo de cáncer de cuello uterino es muy bajo. Además, los estudios clínicos sugieren que en la mayoría de los casos cualquier cambio en las células del cuello uterino desaparecen solos en mujeres de este rango de edad. Lo que si es cierto, independientemente de la edad que tengas, es que tu médico puede recomendarte la prueba si tienes algunos de los siguientes factores de riesgo:
Has tenido una prueba de Papanicolau anormal previamente
Tienes VIH
Tienes el sistema inmunitario debilitado
Estuviste expuesta a un medicamento llamado dietilostilbestrol (DES) antes de nacer. Entre 1940 y 1971, el DES se recetaba a las mujeres embarazadas para prevenir los abortos espontáneos. Luego se lo relacionó con un riesgo mayor de ciertos tipos de cáncer en las mujeres expuestas a este medicamento en el útero
Por lo general, las mujeres mayores de 65 años que han tenido pruebas de Papanicolaou normales por varios años o que fueron operadas de histerectomía, para sacarles el útero y el cuello uterino, no necesitan más la prueba de Papanicolaou. Sin embargo, de ser tu caso será tu médico tratante quien decida si es o no recomendado en tu caso.
¿En qué consiste? y ¿Cómo se hace?
La prueba de papanicolau consiste en tomar una muestra de las células del cuello uterino y analizarla en búsqueda de células anormales. Para obtener la muestra se utiliza un equipo médico llamado espéculo, que se coloca dentro de la vagina, para así poder tomar una muestra de células. Esto puede hacerse utilizando dos tipos de técnicas; la primera “citología vaginal” o método tradicional en la que se usa una diapositiva de cristal convencional y fijador con un cepillo espátula y endocervical. La segunda, que toma mayor popularidad en la actualidad “citología de base líquida” donde se utiliza una escoba cervical o un cepillo espátula y endocervical. Sin importar qué técnica o herramientas se utilizan, las muestras recogidas luego se extienden en una lámina de vidrio y que se manda al laboratorio para ser analizada.
¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir una mujer para realizase la prueba?
No estar menstruando (no tener la regla).
No haber tenido relaciones sexuales las 48 horas anteriores
No haberse realizado duchas vaginales en las 48 horas anteriores.
No haberse aplicado ningún tratamiento médico vaginal (óvulos o cremas), durante las últimas 48 horas
¿Es doloroso?
La prueba en sí misma no es dolorosa. Pero para algunas mujeres puede resultar incomoda, el examinador o médico seleccionará el espéculo del tamaño acorde a la cavidad de tu vagina a fin de reducir dicha incomodidad. Pero recuerda, mantener una actitud positiva será de mucha utilidad para que el examen transcurra sin ningún inconveniente.
En ANCEC puedes realizarte este examen, comunicándote con nosotros a través de nuestro WhatsApp 6833-4339
Recuerda,
“El control de tu salud está en tus manos, cuida de ella y no permitas que el cáncer gane la partida”
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